El recuerdo, pero también las protestas, ha estado este domingo muy presente en Budapest donde se ha conmemorado el 60 aniversario de la sublevación contra el gobierno comunista de la entonces Unión Soviética. Conmemoración que se produce en medio de una fuerte tensión tras la invalidación de un referéndum sobre las cuotas europeas de refugiado promovido por su primer ministro Viktor Orban.
“Debemos salvar Bruselas de la sovietización, de gente que quiere decirnos quién debería vivir con nosotros en nuestros países”, señala el primer ministro.
Un discurso no compartido por todos los asistentes al acto. Algunos de ellos le pitaron y abuchearon produciéndose algún pequeño altercado.
Un tema el de la visión sobre los inmigrantes que tiene Viktor Orban que también ha estado muy presente en el acto conmemorativo que ha tenido lugar a solo unos metros del parlamento, pero en este caso, convocado por partidos opositores de izquierda y organizaciones civiles
“No queremos el país que está creando Viktor Orban. Nosotros apostamos por un país donde todo el mundo se sienta en casa, sin importar de donde sea, sus creencias o sus convicciones”, señala el líder opositor Ferenc Gyurcsan.
Por todo ello los opositores han apelado a la unión y cooperación como manera de poner fin a la era de Orban.