Alepo queda bajo los escombros tras los bombardeos del Ejército sirio y ruso que han destruido diversas zonas rebeldes. Al oeste de la provincia de Alepo, un ataque aéreo habría matado a 15 personas, de entre ellas 11 niños, en la localidad de Bechkatine.
Más de 90 personas habrían muerto en los bombardeos de las últimas horas. La ciudad de Alepo, dividida entre rebeldes y partidarios de Bachar Al Asad, ha sido duramente castigada por segunda noche consecutiva.
En el barrio de Boustan al-Qsar, al menos 47 civiles fallecieron, de entre ellos siete niños. Y otras siete personas perdieron la vida en un bombardeo cuando hacían cola para comprar comida, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El régimen golpea duramente esta zona para obligar a la gente a marcharse a los sectores controlados por el Gobierno.
Desde hace cinco días, la tregua alcanzada recientemente ha saltado en pedazos. Y no tendrá razón de ser- estima el jefe de la diplomacia rusa- mientras la oposición armada siria no se desmarque de los yihadistas de Al-Nusra.
Serguei Lavrov y John Kerry mantienen un diálogo de sordos. Y la diplomacia no es capaz de parar un conflicto que ha causado más de 300.000 muertos, desde marzo de 2011.
En ese contexto, las voces que piden en la Asamblea General de la ONU el cese de la escalada de violencia han resultado inaudibles.