El empleo en la eurozona crece actualmente más rápido de lo previsto pero lo hace a costa de una menor productividad, según se desprende de un estudio del Banco Central Europeo. Esto es así porque los nuevos empleos creados lo son en una parte importante a tiempo parcial y en el sector de los servicios. Los dos países donde más aumenta el empleo, aunque bajo estas circunstancias son Alemania y España.
En ambos casos, la ratio de nuevos puestos de trabajo respecto al crecimiento general del país se ha incrementado desde mediados de 2013 gracias a una mayor flexibilidad laboral. Hasta la crisis financiera iniciada en 2007, esta ratio era de medio punto de más empleos por cada punto de crecimiento.
La cara negativa de este cambio de tendencia es que las nuevas ocupaciones son más precarias y esto hipoteca la economía a largo plazo y los ingresos fiscales de los Estados.
El #BCE: el crecimiento del empleo desde 2013 ha sido más intenso de lo previstohttps://t.co/bpSMMqo8As— Ctro. Docum. Europea (@CDE_USPCEU) 22 de septiembre de 2016