Grecia: la dramática situación de los refugiados menores solos

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Grecia se enfrenta al reto sin precedentes de acoger y proteger a miles de refugiados menores, desde recién nacidos hasta adolescentes, que llegan al país solos.

Muchos perdieron a sus padres durante la travesía. A otros los envían sus familias para que tengan un futuro mejor, lejos de la guerra.

En los siete primeros meses del año, se han registrado mas de 3.300 llegadas. La falta de espacio en lugares seguros los mantiene bajo “custodia protegida”, un régimen de reclusión en condiciones nefastas según el Observatorio de Derechos Humanos. Muchos de ellos acaban en el polémico centro de detención Amygdaleza en Atenas.

Los campos de refugiados, especialmente los centros de registro de las islas del Egeo, tampoco son sinónimo de seguridad.

Shajad, inmigrante afgano:
“Las cosas allí eran peligrosas. Los sirios están siempre peleándose, bebiendo, rompiendo vasos…hacían de todo y la policía no decía nada.”

Tacha también es afgano y también conoce la violencia cotidiana en los campos. Tiene 15 años. Tras pasar dos meses en Turquía viajó a Grecia. Su objetivo final es llegar a Alemania y trabajar de mecánico. Tardará en olvidar lo vivido.

Tacha, inmigrante afgano:
“Era muy peligroso y difícil seguir las reglas. En el campo no estaba muy asustado, pero era peligroso.”

Proporcionar a estos niños oportunidades de integración social y mejorar la efectividad de las redes de apoyo existentes en Atenas es el objetivo del centro “Irida”, que acoge a menores de entre 12 y 15 años.

Sofia Kouvelaki, de la fundación Bodossaki:
“Muchos de estos niños vienen de sus países a pie, han atravesado el desierto, caminado a través de montañas, y viajado por mar. Todos estos niños han sido o testigos de violencia, o directamente víctimas de la violencia, así que es fácil imaginar el trauma que acarrean. Cuando llegan aquí están lesionados y es muy importante ofrecerles ayuda terapéutica y un ambiente saludable y alegre.”

Fotis Parthenidis, trabajador social:
“Partimos de lo básico: hacerles entender que aquí no somos la policía, que están libres, que tienen una oportunidad para un nuevo comienzo, que van a ir a la escuela y tienen el derecho a realizar actividades fuera de la escuela.”

Al viajar solos y en muchos casos sin papeles, los menores son presa fácil para todo tipo de tráficos y mafias.

Giovanni Lepri, representante del ACNUR en Grecia:
Al no tener a sus padres, están automáticamente en una situación de mayor riesgo. Están muy expuestos a posibles explotaciones y a posibles situaciones de violencia. Necesitan sistemas completos de asistencia y apoyo y planes para apoyar su futuro.”

Europol denunció a principios de año la desaparición de unos 10.000 niños refugiados que viajaban solos, y asegura que la cifra podría ser mayor.

Akis Tatsis, euronews
“Los menores no acompañados son el aspecto más sensible de la crisis de refugiados. Todos los organismos competentes hacen un dramático llamamiento a la comunidad internacional, para que prest

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