Aumenta el número de bajas en las filas de las fuerzas libias en el asalto final contra el grupo Estado Islámico en el bastión yihadista de Sirte. Al menos 34 combatientes leales al Gobierno de unidad nacional libio, auspiciado por la ONU, murieron este domingo y 180 resultaron heridos.
Las fuerzas que apoyan a este Ejecutivo, ayudadas desde el pasado 1 de agosto por los ataques aéreos de Estados Unidos, han logrado hacer retroceder a los yihadistas hasta una pequeña zona residencial del centro de Sirte, tras tres meses de campaña militar. Después de una semana de pausa, este domingo se reanudaron los fuertes combates en Sirte.
Según las brigadas libias, están cerca de la victoria, pero la están retrasando los ataques suicidas, las minas terrestres y los disparos de francotiradores a los que se enfrentan.