Sólo para darnos una idea del excepcionalismo de Europa, revisemos la definición de Colonialismo en la Enciclopedia de Filosofía de la Universidad de Stanford.
Es decir de la creencia de que Europa es Europa y de ella la verdad emana, o por lo menos, ese es el espíritu que está por debajo de muchos pensamientos, acciones y políticas.
Ahí Colonialismo es definido como el control europeo de los asentamientos sobre el resto del mundo, incluido por supuesto América, Australia, África, y Asia, o sea, las narices europeas en todo el planeta. (This entry uses the term colonialism to describe the process of European settlement and political control over the rest of the world, including the Americas, Australia, and parts of Africa and Asia. Versión vigente revisada en 2006, Universidad de Stanford, California).
Lo que se les olvidó decir es el resultado de la metida de nariz en cada rincón que se les antojó a los "colonizadores" por excelencia. El resultado, es o la sangre in situ, o el caos y la violencia cuando dejaron sus colonias, divididas, con territorios torcidos al origen espiritual y cultural de los pueblos originarios.
Es decir, fronteras impuestas sobre venas culturales que no coinciden con la geografía arbitraria del colonizador, -que dice la Enciclopedia de Standford- europeo, nada más.
Un ejemplo: La India, que es el tema de nuestro Detrás de la Razón de hoy. Un país de rituales y creencias de paz, que esconde en su norte el resultado del error y la imposición del colonialismo del Reino Unido: Cachemira.
Cachemira es una región que gracias a las graciosadas de los colonizadores que abandonaron ese lugar dejaron un caos que hasta hoy sólo se comprende en sangre, protestas, represión, más protestas, odio y espíritu de guerra por encontrar la identidad real de cada uno de esos ciudadanos.
Décadas de partirse en dos por demostrar que la inhumanidad británica de deshacer, usar y abandonar un lugar, provoca guerra humana en las siguientes generaciones.
Los musulmanes de La India, se replegaron en hacia el este para constituir un nuevo país, Paquistán, sin embargo la región bella entre los dos países quedó en una eterna disputa por identidad y territorialidad que hoy se convierte en otros de los graves problemas sociales poco atendidos por los medios de comunicación y que hoy nos aventuramos a analizar.
¿Qué futuro le espera a esas millones de personas atrapadas por los errores del pasado entre Paquistán y La India? ¿Qué puede aprender el mundo al ver el caso Cachemira?
Esta noche en Detrás de la Razón, las preguntas y respuestas a las diez y treinta, desde los estudios de Teherán; Londres, seis de la tarde, México y Colombia, doce del día; Madrid, ocho de la noche.