China mira al cielo con pavor tras el devastador paso de Mujigae, el tifón número 22 que azota el país en lo que va de año. Según el balance provisional, al menos cuatro personas han muerto y 16 han desaparecido debido a las fuertes lluvias y a los vendavales que han barrido la costa sur del territorio con rachas de viento superiores a los 180 km/h. Los daños materiales son enormes.

La rápida intervención de las autoridades, que habían evacuado a unas 200.000 personas, ha permitido rescatar a más de un centenar de pescadores que no obedecieron la orden de retorno a puerto.

Mujigae ha sorprendido a decenas de miles de chinos que se encontraban en la zona durante su semana de vacaciones. Medio millar tuvieron que ser rescatados en la isla de Fangji.