Al menos una persona ha muerto y siete han desaparecido en ese país. Los desaparecidos forman parte de la tripulación de un barco que quedó a la deriva en aguas próximas a la isla meridional de Hainan.
El tifón ha llegado a la región autónoma china de Guangxi con fuertes tormentas y vientos de hasta 118 kilómetros por hora, tras devastar el centro de Filipinas y causar al menos ocho muertos en Taiwán y cinco en Vietnam. En este último país, más de 650.000 personas fueron evacuadas durante el fin de semana de manera preventiva.
A pesar de que el tifón llega debilitado, los equipos de emergencia creen que el temporal todavía puede hacer mucho daño. La región de Guangxu se encuentra en alerta roja y las autoridades han ordenado el cierre de guarderías y colegios. Los barcos permanecen amarrados a puerto.