20.000 personas se manifestaron el lunes en Viena a favor de los derechos de los refugiados que llegan cada día a Europa.
Bajo el lema “ser persona en Austria”, la marcha comenzó en la estación del Oeste, punto de llegada de cientos de desplazados, la mayoría sirios, procedentes de la vecina Hungría, en tránsito hacia Alemania.
La capital austriaca también acogió ayer una ceremonia religiosa por los 71 inmigrantes hallados muertos en la parte trasera de un camión la semana pasada.
Varios trenes estuvieron retenidos durante horas en la frontera entre Austria y Hungría, pero luego la policía austríaca permitió a los refugiados seguir su viaje hasta Alemania. Berlín ha anunciado que no rechazará el asilo a los refugiados sirios.
Esas mismas personas terminaron ayer su periplo en Munich.
Testimonio de uno de los refugiados a su llegada:
“ Resulté herido durante la explosión de un coche bomba. entonces, mi hermano perqueño y yo decidimos salir de Siria para tener una vida mejor