Los últimos procesos electorales y, más en concreto, el caso del exconcejal de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Guillermo Zapata, y los posteriores rumores de otros políticos y cargos públicos que han comenzado a limpiar sus cuentas de las redes sociales, han motivado un nuevo debate sobre la libertad de expresión y la idoneidad de eliminar contenido antiguo de sus cuentas.