La bolsa de Estambul y la lira turca han recibido los resultados más ajustados de los últimos 13 años con importantes caídas.

El principal índice del parqué turco llegó a bajar más de un 8%, su mayor descenso en dos años, y la divisa llegó a perder un 5,6% frente al dólar estadounidense.

El nuevo escenario político que se abre en Turquía, con la pérdida de poder del partido en el Gobierno, puede inquietar a los inversores
pero gusta a buena parte de la población.

“Creo que este es un buen resultado para la democracia. Estoy a favor de un Parlamento diverso, aquí y en cualquier lugar del mundo. Una democracia auténtica solo se puede conseguir quitando el umbral electoral. Creo que es un gran resultado y estoy muy ilusionado”, decía un vecino de Ankara.

Por primera vez en trece años el AKP pierde la posibilidad de llevar las riendas del país en solitario y deberá modificar su política o al menos su discurso si quiere encontrar alianzas que le permitan formar gobierno.