Los manifestantes aprovecharon el sábado, la celebración de los funerales por la última de las vÃctimas de estos ataques, para condenar el sectarismo del grupo Estado Islámico.
En Tarut, el cortejo fúnebre rindió homenaje a Mansour Fateel, fallecido como consecuencia de las heridas que sufrió en el atentado suicida que tuvo lugar la semana pasada cerca de Qatif.
21 personas murieron y un centener resultaron heridas en el atentado más grave sufrido por los chiÃes saudÃes en una década. El artefacto, un cinturón explosivo, fue detonado por un terrorista suicida en una mezquita.
Idéntico modus operandi utilizó otro terrorista, esta vez disfrazado de mujer, para volar por los aires, el viernes, ante la mezquita chià de Al Anud, en la ciudad de Al Damam. Hubo cuatro muertos.
Ambas acciones han sido reivindicadas por el autoproclamado Estado Islámico. La mayorÃa de sus milicianos son sunÃes radicales.