En tiempos del llamado "crowdfunding" o micromecenazgo, los inventos con una tecnología original ya nos son privativos de las grandes empresas. La start up muniquesa Bragi, por ejemplo, recaudó dos millones y medio de euros por este medio. Ahora podrán lanzar al mercado un producto que conjuga audífono, reproductor de mp3 y medidor de valores biométricos.