A lo largo de la historia, la investigación militar se ha preocupado por diseñar armas y artefactos de guerra cada vez más letales. No obstante, y aunque parezca un contrasentido, muchos inventos originariamente diseñados para uso militar han sido adaptados para su uso en la vida civil, y han supuesto un avance en campos como la medicina, la química o la física. La red Internet, que empezó siendo una red militar; el uso de plásticos, como por ejemplo el nailon, o bien el radar, la energía nuclear o incluso la carrera espacial, tuvieron su origen en investigaciones militares cuyo fin era facilitar la labor de los ejércitos.