Con el desfile militar más importante de su historia. Así ha celebrado Rusia el Día de la Victoria. Una jornada que conmemora el 70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial tras la capitulación en Berlín del Ejército alemán.

Más de 16.000 soldados han participado en esta parada militar en la que se han presentado las últimas novedades del armamento ruso.

Por primera vez, se ha guardado un minuto de silencio en memoria a todos los caídos durante la contienda.

El presidente ruso Vladímir Putin ha presidido los actos que han tenido lugar en la plaza Roja de Moscú y ha recordado la colaboración de la coalición aliada en la contienda: “Agradecemos a los pueblos de Reino Unido, Francia y Estados Unidos su contribución a la victoria”, ha dicho el jefe del Kremlin en su discurso.

68 jefes de Estado estaban invitados al desfile pero la mayoría declinaron la oferta para mostrar su descontento por la intervención rusa en Ucrania. Putin solo pudo estar acompañado por los mandatarios