La obsesión por probar los límites del cuerpo humano lleva la imaginación del hombre promedia a limites inimaginables.
Este hombre, bueno, no era tan creativo, y termino sufriendo, mientras esperaba para ser salvado. Parecía que algo de alguna manera se quedó atascado en su garganta. Después de que el cirujano hizo una llamada telefónica, era bastante obvio que se trataba de un teléfono cuando escuchó el tono de llamada que venia de su garganta.
Cirujanos finalmente lograron remover el teléfono móvil de su garganta.
Sí, usted acaba de presenciar un ejemplo más de la estupidez del ser humano.