La desgarradora historia de una niña de 3 años de edad, con una cicatriz en la cara que fue expulsada de un KFC puede haber sido un engaño conjurado por su abuela para ganar publicidad.

Victora Wilcher, de 3 años de edad, de Mississippi, que atacada por tres perros pitbull de su abuelo en abril. Nadie está cuestionando esa historia.

Hace dos semanas, su abuela, Kelly Mullins, dijo a medios locales que fueron expulsados de KFC por un empleado, porque la cara de la niña estaba molestando a los clientes. KFC fue criticada en redes sociales y la gente incluso lanzo bebidas y amenazas de muerte a los empleados usando el drive through.

GoFundMe recolecto mas de USD$135.000 a favor de Victoria. KFC ofreció una disculpa pública, donó 30.000 dólares y prometió una investigación.

Mullins dijo que ordenó un té dulce y puré de patatas, pero registros del 15 de mayo no muestran esos dos productos en la misma transacción. Videos de vigilancia no muestran a ningún cliente con las características de Mullins o Wilcher.

¿Así que fue un engaño? No de acuerdo con la familia de la pequeña Victoria, que siguen en pie con su acusación a pesar de toda la evidencia en su contra.