Un video sexual que involucra a Marcos Reilly, ex jefe de GlaxoSmithKline en China, fue el detonante de una serie de hechos de corrupción en las operaciones chinas de GSK.

El video de Reilly y su novia china en su apartamento de Shanghai fue supuestamente enviado a los miembros del directorio de la empresa farmacéutica, el 16 de marzo del año pasado por una fuente llamada "gskwhistleblower" en un posible intento de chantaje.

La empresa permitió a Reilly contratar a Peter Humphrey, un investigador, para descubrir quién había enviado el vídeo. El informe, con nombre en código "Proyecto Escorpion" no pudo dar con el informante, Humphrey sospecha en el gobierno chino, que puso en marcha una gran investigación por corrupción contra GSK dos meses después.

Reilly fue acusado de presidir una red de corrupción y soborno en mayo. La investigación realizada por las autoridades chinas está en curso. Si es hallado culpable, podría enfrentar cadena perpetua.