Este es, de momento, el balance del naufragio de un pesquero ruso en las gélidas aguas del mar de Ojotsk: 63 supervivientes, 56 muertos y 13 desaparecidos.

Más de un millar de personas, 26 barcos y un helicóptero trabajan en las labores de rescate.

Los investigadores barajan diez hipótesis: el choque contra un iceberg y el sobrepeso son las que priman.

El Gobernador interino de la región de Sajalín, Oleg Kozhemyako, habla de un “posible desequilibrio causado por una pesca demasiado fructífera”, ya que este tipo de buque puede recoger “80 toneladas de pescado”; unido a un posible error en el llenado de los tanques, habrían causado la tragedia en sólo “media hora”.

El director del Centro de Investigación de los Accidentes Marítimos privilegia una combinación de varios factores como causa del accidente.

El pesquero congelador no emitió señales de alarma antes de hundirse.

En el barco, que había iniciado su misión a principios de enero, viajaban 78 rusos y 54 extranjeros, pr