La tragedia de la inmigración clandestina azota sin piedad las costas del Mediterráneo. Al menos 25 personas han muerto y cientos han desaparecido al naufragar una embarcación con unos 700 inmigrantes a bordo. Alrededor de 400 han sido rescatados con vida. Todo ocurrió a apenas quince millas de las costas de Libia.
Melissa Fleming, directora de comunicación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, explica que “enviaron una señal desde el barco al poco de emprender el viaje. Cuando vieron un bote de rescate, hubo un movimiento de pánico, se desplazaron hacia un lado y el barco zozobró de un modo muy trágico”.
La buenas condiciones meteorológicas han disparado el flujo de inmigrantes clandestinos hacia Europa en esta zona del Mediterráneo considerada un puente natural con el continente Áfricano. También se ha multiplicado el número de víctimas del sueño europeo: desde principios de año han muerto en estas aguas más de 2.000 personas, un 25% más que en el mismo periodo de