Un nuevo grupo de líderes internacionales, sindicales y empresariales se ha reunido para tratar modos de reactivar la economía ucraniana, al borde el colapso: con una inflación galopante, un PIB en caída y una moneda de cada vez menos valor, su tarea es crear un plan de reconstrucción de 1.000 millones de dólares que atraiga inversión extranjera.

Ucrania está en un callejón sin salida. La crisis hace que los negocios necesiten desesperadamente inversión, pero también que los inversores extranjeros sean reacios a poner su dinero en el país. Para Laurence Parisot, expresidenta de los empresarios franceses “el mayor activo de Ucrania es la gente. Y los recursos humanos son fantásticos, su talento y su nivel educativo son muy conocidos”.

Reunidos en Viena por el controvertido magnate ucraniano Dymitro Firtash, la Agencia para la Modernización de Ucrania ha atraído a importantes figuras políticas y también intelectuales como el escritor y filósofo Bernard-Henri Lévy, que asegura que “pa