Mientras el presidente ucraniano no tiene dudas de que llegarán armas procedentes de Estados Unidos, la comunidad internacional pide una solución al conflicto en el este del país. Petró Poroshenko se ha mostrado confiado en la ayuda de Washington para hacer frente a los separatistas prorrusos, pese a la oposición de Barack Obama.

Pero países como Alemania no desisten en sus infructuosos intentos de alcanzar un alto el fuego. “La situación se ha vuelto mucho más grave, pero los esfuerzos diplomáticos deben continuar”, pedía desde Berlín Angela Merkel.

Desde el Vaticano el papa Francisco ha ido en la misma dirección que la canciller y no ha dudado en tildar el conflicto de “guerra entre cristianos”. “Renuevo desde el corazón este llamamiento para se haga todo el esfuerzo, también a nivel internacional, para que se reinicie el diálogo, la única vía posible para llevar la paz y la concordia a aquella tierra maltratada”, ha dicho Jorge Bergoglio.

El pontífice ha aprovechado su audi