El secretario de Estado estadounidense y el ministro de Exteriores ruso pasaron el domingo en París hablando largo y tendido sobre el futuro de Ucrania, pero no hay acuerdo.

Kerry pidió, por ejemplo, la retirada de las tropas rusas desplegadas en la frontera con Ucrania: “Cualquier avance real en Ucrania debe incluir una retirada de gran parte de las tropas rusas que en la actualidad se concentran a lo largo de las fronteras ucranianas y he trasladado al ministro ruso de Exteriores nuestra máxima preocupación por estas tropas. Creemos que están creando un clima de miedo e intimidación”, dijo el secretario de Estado estadounidense.

Serguéi Lavrov, que no ve las cosas de la misma manera, ha insistido en su propuesta de una solución federal para Ucrania en el marco de una reforma constitucional.

Estados Unidos y Rusia sólo están de acuerdo en una cosa, no se hará nada, no se adoptará ninguna decisión que no sea aceptada desde Kiev.