El engaño: una estrategia en evolución del comportamiento no limitada al ser humano. La mentira, sea egoista o piadosa, suele ser una característica que asociamos a nuestra condición de seres humanos y utilizamos para justificar la dualidad de ángel y demonio en esa bivalencia que nos gusta atribuirnos como seres dotados de una gran complejidad espiritual.
Sin embargo, la mentira y el engaño no son exclusivos del ser humano. Seres vivos muy alejados filogenéticamente de nosotros, como los insectos, presentan un enorme repertorio de comportamientos engañosos que persiguen dar la impresión que no es. Y no solo para obtener un beneficio personal, sino también para proteger a otros individuos incluso a riesgo de su propia vida.