El sonido de los disparos se ha convertido en protagonista, una jornada más, en los aledaños del aeropuerto de Donetsk, en el este de Ucrania. En las últimas 24 horas, los enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y rebeldes prorrusos se han saldado con al menos 11 muertos, cinco de ellos civiles.
Ante el fuerte cerco de los rebeldes, que afirman controlar la zona, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha anunciado el envío de unidades militares adicionales.
Mientras tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido establecer una cumbre para tratar la crisis con los presidentes de Ucrania, Rusia y Francia y ha exigido un alto el fuego real en el este del país, que vive una incesante tensión:
“Es constante. Ya no sé quién dispara ni de dónde vienen los tiros. Se repiten una y otra vez y te preguntas si tu casa va a quedar destruida”, dice un hombre.
“Tenemos miedo de que los disparos impacten contra nuestras casas cuando estemos dentro. Que Dios nos libre de ello.