Diversos ciudadanos abandonan Donetsk, bastión de los prorrusos, ante el temor de próximos enfrentamientos entre fuerzas del orden y rebeldes.

Un éxodo que llega después de que las tropas de Kiev, que luchan por arrebatar el control de la ciudad a los insurgentes, hayan ganado terreno en los últimos días y se hayan situado a pocos kilómetros de Donetsk.

El avance ha supuesto una de las jornadas más trágicas para el Ejército ucraniano desde que hace tres meses se iniciaran las acciones militares en el este del país, con un balance de 23 soldados muertos y 93 heridos.Unas bajas que el presidente ucraniano Petró Porochenko prometió vengar este viernes tras los ataques rebeldes perpetrados con misiles tipo “Grad”.

Mientras tanto, la Unión Europea ha añadido a los principales responsables de las autoproclamadas Repúblicas de Donetsk y Lugansk, entre los que se encuentra Alexander Borodai, a la lista de sancionados por su participación en el conflicto en el este de Ucrania. Las sanciones incluyen la congelación de activos y la prohibición de otorgar visados.