Hacia el mediodía aterrizará en la capital y mañana sábado visitará la antigua basílica de Santa Sofía, hoy mezquita. Celebrará una misa en la catedral del Santo Espíritu en Estambul.
El viaje del papa Francisco durará hasta el domingo que viene en un país con mínima presencia cristiana. Aunque no visitará campos de refugiados se espera que haga mención a la mala situación de refugiados sirios, iraquíes, kurdos y yezidíes.
Dositheos Anagnostopoulos, portavoz del patriarca ortodoxo de Estambul, cree que el Papa se referirá a los refugiados: “No sé del tiempo de que dispone el Papa en su programa pero sé que tiene opinión propia sobre los refugiados, y que se referirá a ellos en Ankara o Estambul sin que eso interfiera en política concreta”.
Al problema de la persecución de los cristianos en el islám se suma la presencia en Turquía de refugiados no solo de la guerra siria sino últimamente de la campaña de terror de los guerrilleros del llamado Estado Islámico.
La situación de los refugiados es en muchos casos límite como explica la refugiada Verde Ahmad: “Necesitamos ayuda, ya sea financiera o espiritual para que nuestra gente sobreviva a este dolor contínuo. Esto no es vida. No sé qué decir. Usted puede ver cómo vive aquí la gente; nuestros niños ni siquiera tienen escuela a la que ir”.
El Papa visitó esta semana el parlamento europeo en Estrasburgo. Recalcó la necesidad de que la Unión Europea vuelva a sus principios fundacionales de paz y solidaridad.