Rusia vive una crisi monetaria, después de que el rublo haya pedido esta semana más del diez por ciento de su valor y se siga depreciando este viernes. Poco después de la apertura de los mercados, el euro sobrepasó por primera vez en la historia los sesenta rublos. Al mismo tiempo, el dólar tocaba otro máximo al superar los 48 rublos. Desde el inicio del año, la moneda rusa se ha devaluado ya en un cuarto.
La causa es la crisis ucraniana, que se une ahora a la bajada de los precios del petróleo que junto al gas suponen la principal entrada de ingresos del país. El miércoles, el banco central anunció que reduciría a 350 millones de dólares al día sus intervenciones para mantener el rublo en un nivel predeterminado. Solo en el mes de octubre, vendió 30.000 millones de dólares con este objetivo. En un momento, además, en que la fuga de capitales hacia divisas extranjeras se acentúa. Y la inflación se sitúa ya en más del ocho por ciento debido también a las sanciones internacionales.
Por su parte, el índice en dólares de la bolsa de Moscú (RTS) llegó a perder la cota de mil puntos por primera vez en cinco años.