La Orden de Orange toma las calles de Edimburgo contra la independencia de Escocia.
Con banderas, uniformes y flautas unos 10.000 seguidores del grupo unionista han desfilado para defender el “No” en el referéndum de independencia del próximo 18 de septiembre.
La policía ha montado un amplio dispositivo y muchos pubs y comercios han cerrado como medida preventiva ante el temor de brotes de violencia.
Las marchas de la Orden de Orange suelen acabar en violentos enfrentamientos entre protestantes y católicos en las calles de Belfast, desde donde han llegado refuerzos.
Una de las últimas encuestas daría la victoria al “No” en el referéndum por un 53%.
Sin embargo, el ministro principal escocés, Alex Salmond, ferviente partidario de la victoria del “Sí” a la independencia, ha pedido a los escoceses que no se dejen intimidar porque “están a punto de hacer historia”