Vuelve la tensión diplomática entre Moscú y Kiev, tras los incidentes del fin de semana, en los que tres separatistas prorrusos murieron en un tiroteo en el este de Ucrania.
Para el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el gobierno interino ucraniano no está respetando los acuerdos alcanzados en Ginebra para rebajar la tensión y evitar enfrentamientos violentos.
“Lo más importante ahora es prevenir cualquier tipo de violencia. Ese es el primer punto del acuerdo de Ginebra, la primera demanda hecha a aquellos que se están enfrentando entre sí en Ucrania. Pero este y otros aspectos del acuerdo de Ginebra no están siendo implementados y, es más, se están dando pasos, sobre todo por parte de aquellos que se han hecho con el poder en Kiev, para violar dicho acuerdo”, decía Lavrov
Además el presidente ruso Valdimir Putin, en una decisión vista igualmente como medida de presión en las negociaciones que darán forma a la futura Ucrania, ha aprobado una reforma de la ley relativa a la nacionalidad. Con ella se facilitan los trámites para que los ciudadanos rusohablantes procedentes de países que pertenecieron a la Unión Soviética, como Ucrania, puedan acceder a la ciudadanía rusa.