El Senado ruso ha aprobado por unanimidad el despliegue de las tropas de sus bases en Crimea en esta región autónoma ucraniana, donde la tensión es máxima. Actualmente hay unos 15.000 soldados rusos en dichas bases. Además, según las autoridades de Kiev, Moscú ha enviado 6.000 efectivos adicionales a su territorio. El viceministro de Exteriores ruso ha precisado que esta autorización no significa que vaya a suceder rápidamente.
El presidente ruso, Vladímir Putin, había pedido la autorización del Senado para que las fuerzas rusas destacadas en Crimea puedan proteger a los ciudadanos rusos, ante la situación extraordinaria, ha dicho, que se vive en Ucrania, y hasta la normalización sociopolítica del país.
La tensión entre prorrusos y proeuropeos no ha parado de crecer en esta república ucraniana desde la destitución del presidente Víktor Yanukóvich, el pasado sábado.
La presencia militar rusa se hace patente a cada minuto que pasa por tierra, mar y aire. En Simferópol, la capital de Crimea, hombres armados, no identificados, controlan el Parlamento, el Gabinete de ministros, el aeropuerto y otras infraestructuras civiles.
El presidente interino de Ucrania ha convocado una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad. Las autoridades ucranianas denuncian la toma masiva de objetivos estratégicos en Crimea por parte de militares rusos y acusan a Moscú de violar los tratados bilaterales.