El primer TGV directo entre París y Barcelona ha salido esta mañana de la capital francesa y ha tardado poco más de seis horas y media en llegar a la ciudad condal.
Un servicio muy esperado y que se ha inaugurado con ocho meses de retraso respecto a la fecha prevista pero que permitirá conectar 17 ciudades de ambos países.
“Es algo muy bueno. No solo porque ahorras tiempo, también es una forma de acercar los dos países de una forma muy eficaz”, decía un pasajero francés.
“Nos lo han presentado como una buena noticia pero en realidad no lo es. Hemos estado esperando durante veinte años. El Gobierno español sigue anclado en el siglo pasado”, criticaba un viajero español.
Las empresas ferroviarias de los dos países, Renfe y SNCF, serán las encargadas de explotar las cinco conexiones diarias entre las dos ciudades. Un trayecto que ya estaba cubierto por la alta velocidad pero con un transbordo en Figueras.
Además de la ruta Barcelona-París, se estrenan otras tres: Madrid-Marsella en siete horas, Barcelona-Toulouse en tres horas y Barcelona-Lyon en 4 horas y 53 minutos.