Inaugurada, al cabo de más de diez años de polémicas, la nueva línea eléctrica de alta tensión entre Francia y España a través de los Pirineos catalanes. El primer ministro francés, Manuel Valls, y su homólogo español, Mariano Rajoy, estuvieron presentes en el acto oficial del lado francés en la apertura de esta línea que debe doblar la capacidad de intercambio entre ambos Estados hasta los 2.800 megavatios.
Además, los 64 kilómetros subterráneos (entre con un túnel de ocho kilómetros y medio bajo los Pirineos, suponen la interconexión de estas características más larga del mundo. La infraestructura ha costado setecientos millones de euros, después de que la presión de los habitantes lograra su soterramiento.