Las lluvias torrenciales, las más fuertes en casi dos
décadas, han causado la muerte de al menos tres personas en 48 horas. El agua ha provocado la ruptura de un dique en el condado de Larimer y el desborde de numerosos arroyos.

"Hemos perdido carreteras, puentes, casas, coches y solo acabamos de empezar a evaluar los daños", explica el alguacil del condado de Bounder, Joe Pelle.

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