Las primeras boomboxes fueron introducidos en el mercado por varias compañías a finales de los años 70, cuando el sonido estereo se agregó a los diseños existentes de grabación de radio-casete. Así, se fueron fabricando modelos más sofisticados y potentes. A menudo se asocia con fenómenos de los ochenta: el breakdance y la cultura hip hop. Otras culturas urbanas también usaron las boomBoxes como parte de su estilo, al igual que personas de todas las edades, debido a la facilidad de transporte, por ejemplo a prácticas de baile y ensayos de ballet. Hoy en día las boomboxes han prescindido del casete en algunos de sus modelos para adaptarse a los nuevos tiempos incorporando la reproducción de CD/MP3/WMA entre otros formatos legibles, así como la lectura de memorias USB en muchos modelos más recientes.