De nada sirven las reformas si no se les educa en el corazón y eso es lo que el estado no quiere, en especial ese viejito barbón compadre de lolita que le duele que algunas escuelas privadas den claeses de religión siendo que estas clases muchas veces sirven para educar el corazón de los alumnos y no así la educación pública que les enseñan a competir sin importar pisotear a los demás.