Tras ponerse en la piel de Blancanieves, Macarena García se pasa a otro clásico y de nuevo bajo las órdenes de Pablo Berger. La actriz y Mario Casas se meten en la piel de Romeo y Julieta. En un apasionado rodaje donde el director galardonado con diez premios Goya repite sus dos máximas para crear emoción, el blanco y negro y el mudo.