Un controvertido estudio de la Academia de las Ciencias de Francia asegura que el uso dosificado de videojuegos y pantallas interactivas podría tener un efecto positivo en los niños, siempre y cuando estén acompañados por un adulto. La otra cara de la moneda es que los juegos e Internet conllevan el riesgo de desarrollar un pensamiento demasiado rápido y superficial.. Veamos en qué se basa el estudio “El niño y las pantallas”. Esta es la imagen del cerebro de un niño manejando un videojuego. Comprobamos que se activa la parte posterior del cerebro, que maneja los automatismos. Pero es interesante ver que también se activa la región frontal, encargada de las capacidades reflexivas. Olivier Houde, investigador del Centro de Investigaciones Científicas de Francia, CNRS, es psicólogo en la UNiversidad Paris Descartes.“El mensaje clave es que si educamos al niño en el manejo de las pantallas, esto le hace trabajar dos partes diferentes de su cerebro.”