Para esta temporada, la diseñadora rinde homenaje al icónico estilo Mod. Se inspira en sus uniformes, en sus musas impregnadas de feminidad andrógina. El espíritu gráfico de los años 60 y la indiferencia de los 90’.
Aunque no abandona su habitual eco a la arquitectura, la moda de Paco Rabanne nunca había sido tan fluida y llevable como en esta colección. Descubrimos un vestuario actual, donde están presentes el polo, la minifalda colegiala, el pantalón estrecho, la chaqueta corta y el abrigo entallado. Clásicos revisados por un ojo ultra gráfico.
El metal mesh, emblemático material de la casa que es el leitmotif de la temporada, ha ganado en flexibilidad y ligereza.
La paleta de colores es tan sobria como fresca: plata, blanco, negro, y azul tinta, colores inspirados en los uniformes de los legendarios pilotos de líneas aéreas.
Una composición donde la geometría y el detalle se alían con la modernidad y una pura simplicidad.