La confesión de un delito debe ser voluntaria, fruto de un consentimiento no viciado, y la confesión resulta viciada y es revocable por cualquiera de las causas que vician el consentimiento, como la violencia fÃsica o psÃquica, el error, el dolo y la alteración mental. Sin llegar a la tortura, erradicada en nuestro sistema, existen prácticas y estilos en la formulación de las preguntas que pueden inducir confesiones falsas en determinadas personas. Existen cientos de casos en los que un sospechoso ha terminado confesando un crimen que posteriormente, la evidencia de las pruebas, ha demostrado que era falsa. Y no siempre estas falsas confesiones obedecen a métodos coactivos en los interrogatorios o la toma de declaración, sino a otros factores psicológicos o de métodos sutiles de interrogatorio que conviene conocer, precisamente para evitarlos.