Las interfaces cerebro-computador (también interfaz cerebro-computadora e interfaz cerebro-ordenador, en inglés Brain Computer Interfaces(BCI), constituyen una tecnología que se basa en la adquisición de ondas cerebrales para luego ser procesadas e interpretadas por una máquina u ordenador. Establecen el camino para interactuar con el exterior mediante nuestro pensamiento ya que estas interfaces permiten transformarlos en acciones reales en nuestro entorno. Esta tecnología ha atraído a muchos investigadores durante la última década con el motivo de desarrollar una interfaz cerebro-ordenador eficiente y fiable, lo cual ha supuesto que cada uno de los diferentes grupos de investigación creara su propio "modus operandi" respecto a la tecnología de sus dispositivos. A pesar de las diferencias entre los diferentes dispositivos todos siguen el mismo principio de funcionamiento básico: la medición de la actividad cerebral mediante sensores.