Pese a miles de millones de dólares en ayuda y al progreso alcanzado en la última década, Afganistán sigue siendo uno de los peores lugares del mundo para dar a luz. Una de cada 32 mujeres muere durante el embarazo o el parto. La avances obtenidos hasta ahora podrían volver atrás si la financiación internacional desaparece una vez que la OTAN se retire en 2012..