Los sacrificios humanos han sido practicados en muchas culturas, especialmente en el Mundo Antiguo. Se mataba a las víctimas ritualmente de una forma que pretendía apaciguar a los dioses. Los sacrificios fueron practicados en las religiones celtas de la edad de bronce y en los rituales relacionados con la adoración de los dioses en Escandinavia. Roma realizó sacrificios humanos hasta 97 a. C. Para los habitantes de la antigua Cartago, el sacrificio de infantes era también una manera de aplacar a sus dioses. Excavaciones en el palacio de Cnosos muestran que también los primeros griegos sacrificaban. En la India contemporánea, el ritual llamado sati (ritual), en que la viuda de un difunto tiene que arrojarse a la pira funeraria, aún ocurre ocasionalmente, especialmente en las áreas rurales.