La escasez de lluvia provocada por el cambio climático y los fuertes vientos en las zonas montañosas han causado una erosión extrema del suelo en Georgia, país ubicado entre Europa y Asia. La tala y la sobreexplotación en tiempos de la URSS agravaron este problema. Ahora, los agricultores locales lucha por salvar este importante recurso, con ayuda del "Know-How" alemán.