Madrid, 31 ago (EFE).- Un emocionado Elio Berhanyer ha recibido esta noche en la pasarela madrileña un homenaje a su larga trayectoria profesional y ha asegurado que morirá "con las botas puestas", porque sigue enamorado de su profesión.

En esta ocasión Benhayer, Premio Nacional de Moda, de 83 años, ha asistido a los desfiles madrileños, no como diseñador sino como espectador de una pequeña retrospectiva de sus propias creaciones, después de que los vaivenes económicos le hayan hecho "abandonar" la puesta en escena de su trabajo.

Berhanyer esperaba "cohibido y nostálgico" este homenaje, según ha confesado a EFEstilo minutos antes de comenzar el desfile que ha protagonizado su "mejor maniquí", Helena Barquillo.

El desfile arrancó con tres modelos de los años sesenta, con coloristas dibujos geométricos que, pese al tiempo transcurrido, se mantienen plenamente actuales.

Los años ochenta, en los que, según ha recordado, empezó a vestir a la sobrina del Rey, María Zurita, que ha presenciado el desfile junto a él, han estado representados por un maravilloso y atemporal vestido de gasa blanca con topos azul marino y delicada capa sobre los hombros.

Le han seguido un minivestido de volantes negros y lunares blancos y un traje de chaqueta negro con cuello blanco de gala.

El desfile ha acabado con una muestra del trabajo de los últimos años de este diseñador, maestro de la alta costura española: un vestido largo palabra de honor con rayas horizontales blancas y negras; otro rojo de gasa con finos tirantes y un rosetón de pedrería y, por último, un soberbio vestido negro.

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