En uno de los pasos para la fabricación del ácido sulfúrico se hace
reaccionar dióxido de azufre con oxígeno para producir trióxido de azufre.
En una ocasión se mezclaron 11 L de dióxido de azufre a 1,2 atm y 50 °C
con oxígeno y se formaron 30 g de trióxido de azufre. Determina el
rendimiento de la reacción y las moléculas de oxígeno que han debido
reaccionar.