El intento de la ministra alemana de Justicia, Sabine Leutheuser-Schnarrenberger, de garantizar la igualdad ante la ley de los homosexuales ha levantado un encendido debate. Políticos de la Unión Cristianodemócrata y representantes de la iglesia defienden que el matrimonio entre hombre y mujer tiene que mantener ciertos privilegios para garantizar la continuidad de la familia.