Un arco de islas se extiende frente a la costa alemana del Mar del Norte: son las Islas Frisias orientales. Dos de ellas se llaman Langeoog y Spiekeroog y quien quiera visitarlas tendrá que dejar el auto en tierra firme. La divisa es: viajar sin prisas. El recorrido por las islas puede hacerse a pie o en coche de caballos.