Madrid, 15 ago (EFE).- Julieta, Rosalinda, Beatriz y Catalina son las heroínas en las que bascula la obra de Rafael Álvarez "El Brujo" "Mujeres de Shakespeare", un espectáculo "diferente" que ahora estrena en Madrid y en el que sublima su amor por las féminas aunque haya a quien le parece "irrespetuoso" con el feminismo.

"Voy a cumplir 62 años y fui hippie. Mi generación es la del Mayo Francés y Woodstock, y los hippies no éramos feministas porque era algo elemental y normal la igualdad de género. Es cierto que puede haber algún hippie que se ría del feminismo pero como ídolo o tópico intocable", ha argumentado hoy en la presentación de la obra en respuesta a las "acusaciones" de "algunas bloggeras".

A El Brujo le parece que es "importante" someter "todo" a parodia, como acaba de hacer con "La Odisea" en Mérida, en la que le ha pegado, presume, "un repaso" al sindicalismo, en especial a CCOO y UGT.

"El problema de las instituciones es que lo son. Es como el Banco de España: tienen una fachada que acojona pero dentro acojona aún más. Lo que pasa es que la gente ya no se cree las fachadas, ni la del Rey, ni la de los obispos, ni la de los banqueros. ¿Por qué habría que creerse la del feminismo?", ha rebatido.

También se ha reído de las críticas que ha suscitado su "coletilla" en el cartel de la obra, en la que dice "espectáculo recomendado para el fomento de la igualdad de género".

"Naturalmente es una ironía. Antes daban subvenciones por eso y yo lo he puesto cuando ya no hay subvención ninguna", ha aclarado.

Para construir "Mujeres de Shakespeare", que estará en el Teatro Cofidis (Alcázar) entre mañana y el 23 de septiembre, el actor y director se ha basado en el libro del "pontífice de la 'bardolatría'" Harold Bloom, "La invención de lo humano".

Leyendo el texto del crítico estadounidense "comprendió" que las mujeres de Shakespeare son "el paradigma de la sabiduría, el intelecto y el corazón y que su superioridad frente al varón es patente".

En las obras "Como gustéis" (Rosalinda), "La fierecilla domada" (Catalina), "Mucho ruido y pocas nueces" (Beatriz) y "Romeo y Julieta" (Julieta), Shakespeare muestra al espectador que la "superioridad" es "natural" en la mujer, que no es algo que él establezca.

La obra, que se estrenó el año pasado en el Festival de Almagro, se centra, sobre todo, en Rosalinda porque, dice, es la que tiene más ironía y profundidad, en la que se revelan "los grandes secretos" de Shakespeare siguiendo la estela de Bloom.

Sin embargo, ha añadido, el crítico se "equivocó" y él ha descubierto con su "linterna" algo que se le escapó a Bloom -"porque todos los sabios tienen su lado tonto"- y que él "revela" en el espectáculo.

Enrique Salaberría, presidente del grupo Smedia, que gestiona once teatros en Madrid, entre ellos el Cofidis, ha asegurado que los espectadores podrán ver en esta obra "un Rafa muy diferente" y vivir "momentos inolvidables".

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