La batalla de Arapiles vuelve a revivirse 200 años después
400 personas ha recreado este domingo el combate en el que la alianza de españoles, portugueses e ingleses derrotó al ejército francés.
Más de 2.500 espectadores han disfrutado este domingo con la recreación de la Batalla de Los Arapiles 200 años después de que se produjese. Once en punto de la mañana. Las divisiones de los ejércitos francés e inglés ya están formadas en la falda del Arapil Grande. Los uniformes impecables, las cargas de pólvora listas, los cañones en la cima del arapil y el público comienza a coger sitio.Wellington pasa revista a las tropas, todas situadas en fila mientras Marmont hace lo propio en el bando francés. Todo está listo para que comience uno de los momentos más importantes en la vida de los 400 recreadores históricos que este domingo se dieron cita en Arapiles. Van a recrear la Batalla de Los Arapiles en el mismo lugar y en la misma fecha en la que tuvo lugar hace 200 años. Las autoridades llegan y comienza el homenaje a los caídos en la batalla. No falta una oración, aunque en este caso son dos, una dirigida por el sacerdote de Arapiles y otra por un pater protestante. Suenan los himnos de Francia, Portugal, Gran Bretaña y España y los soldados preparan sus armas para disparar salvas de honor.

Son los primeros disparos de los muchos que tendrán lugar durante la mañana. Las divisiones toman posiciones. Los franceses defendiendo el Arapil Grande y los ingleses atacando. Se oyen órdenes y comienza la batalla en el momento en el que los portugueses inician el ataque dirigido por Pack, teniendo finalmente que retroceder lo que deja a la División de Cole amenazada por tres regimientos franceses. Es el momento en el que el ejército francés comienza su ataque y repele a las tropas inglesas hasta el Arapil Chico.

Pero todo no estaba dicho todavía ya que Wellington lanza otro ataque que hace que los franceses tengan que retroceder y que sentencia la batalla. Unos movimientos que paso a paso ejecutaron ayer las divisiones que participaron en la recreación entre cientos de disparos de pólvora, escaramuzas e incluso peleas a caballo.